Fracaso escolar y fracaso educativo

Ningún niño nace estúpido, todos tienen derecho desde su nacimiento a la brillantez y el talento.

    ¿Cuál es tu opinión sobre esta frase? Fue tomada de la clase de la maestría y  resultó muy reflexiva, puesto que todos tienen talento y son capaces de alcanzar todas sus metas, sin embargo, la sociedad o el contexto en el que uno se desenvuelve han hecho creer que no son valiosos o que ni siquiera cuentan con un talento, lo cual genera inseguridad, poca motivación o fracaso.

     Ahora bien, relacionado con el ámbito educativo, ¿qué es el fracaso escolar y qué es el fracaso educativo?, ¿tendrán el mismo significado?

     El fracaso escolar hace referencia al incumplimiento de ciertos objetivos educativos establecidos o planteados y es responsabilidad del individuo. Mientras que, el fracaso educativo involucra a todas las personas que están alrededor del alumno, es decir, padres de familia, docentes, sistema educativo y entorno social (Ortigosa y Ferriz, 2017). Cuando el alumno fracasa, todas las personas que están a su alrededor también lo hacen y tienen que asumir su responsabilidad.

     Desde la perspectiva personal, el fracaso educativo es el que lleva al fracaso escolar, esto debido a que los adultos, la sociedad y las instituciones educativas juegan un papel importante en la motivación de los estudiantes pues son los responsables de que en muchas ocasiones se enseñen técnicas y valores que no son las adecuadas y esto conlleva a que los niños piensen que no son inteligentes, capaces o que quieran pasar desapercibido para encajar, es decir, hacer lo básico, sin exigencia o motivación de superarse, innovar o ser diferentes para cumplir con los estándares de la sociedad.

     Cuando ocurre el fracaso educativo pueden presentarse dos consecuencias:

• Una positiva, en donde las personas, a pesar de todo, logran tener una buena vida y porvenir y se vuelven ejemplares en diferentes aspectos. Un ejemplo sería lograr un negocio propio.
• La negativa, las personas quedan afectadas personal, moral y socialmente. En la mayoría de estos casos, los estudiantes optan por la delincuencia, pues la misma sociedad los rechaza.

     Si bien, para que se presente una de estas situaciones influye la perspectiva que tenga la persona y va de la mano con sus objetivos, su actitud y su autoestima.

     La escuela tradicionalista ha propiciado que los estudiantes tengan una idea errónea de superación, puesto que fomentaba la competitividad y destacaba solo a las personas que se distinguían por algo, por lo tanto, las metas de muchos estudiantes fueron sacar las mejores calificaciones, realizar el mejor trabajo, ser el más inteligente, siempre pensando ser mejor que los demás y desde una perspectiva de aceptación.

     Otro aspecto que influye en el fracaso educativo es el consumismo, ya que, ha sido una excelente innovación, sin embargo, también ha originado que la sociedad disminuya su esfuerzo por el logro de sus objetivos y aumente la comodidad con la que hay que hacer las cosas.

Como se señaló con anterioridad, los docentes son una de las personas que influyen en el fracaso o no de sus alumnos, por ello es importante motivarlos a salirse de la caja, es decir, brindarles discursos positivos, alentarlos desde edades tempranas a desarrollar sus talentos y generarles confianza sobre su potencial para que sean capaces de enfrentar las diversas situaciones durante su proceso de aprendizaje. Así mismo, hay que ser persistentes al trabajar la motivación en los estudiantes.

La frase: ¡TÚ PUEDES! es mágica.

🌐Sí desees conocer más información sobre las causas del fracaso escolar y educativo, así como algunas propuestas para contrarrestarlo, visita el siguiente enlace para acceder a una presentación con la información: Principales causas del fracaso

Referencia

Ortigosa, M. y Ferriz, D- (2017). El fracaso escolar. Publicaciones didácticas. Recuperado de https://core.ac.uk/download/pdf/235855746.pdf